Los grises son un tipo de extraterrestre pequeño (120 a 150 cm, aproximadamente), con el cuerpo enjuto, sin vello ni cabello, con la piel gris, la cabeza muy grande, los ojos negros y enormes, los pabellones auriculares y la nariz a modo de meros orificios, la boca pequeña y casi sin labios, y la mente muy poderosa, tanto por sus facultades racionales superiores a las humanas, como por dones psíquicos tales como la telepatía.
Ningún tipo de extraterrestre es tan conocido en la cultura popular como los grises, por lo cual su imagen, catapultada a la fama por el Cine y los miles de casos de abducción en que se los menciona, ha pasado a ser la imagen por excelencia de los extraterrestres.
Pero los grises también tienen su lado oscuro; ya que, tanto una multitud de testimonios como algunos ufólogos y otro tipo de figuras respetadas en el tema extraterrestre, han planteado que los grises no están aquí con fines loables, sino que han venido para experimentar genética y/o socialmente con nosotros, pudiendo quizá haber extendido su influencia de una manera más siniestra e intensa en el pasado, a través de tantas civilizaciones que, en esculturas, grabados y otras obras, han retratado seres inquietantemente semejantes a los grises, seres que, en opinión de los más paranoicos, pudieron ser realmente los grises, haciéndose a veces pasar por dioses...
¿Cuándo empezó a hablarse de los grises?
Fue en el siglo XX cuando comenzó a tomar cuerpo la leyenda de los hombrecillos grises. La comunidad de ufólogos afirma que desde aquel entonces, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, en gran parte a raíz del Incidente Roswell y vinculado a la influencia del Cine y los medios de comunicación, ha habido un número creciente de encuentros con extraterrestres con esta morfología.
En lo que respecta a los grises, se cree que el primer contacto conocido fue en el Incidente Roswell , ocurrido en 1947 dentro de Nuevo México. Así, junto a los restos del supuesto platillo habrían quedado restos de grises muertos (de allí el famoso vídeo de la autopsia), pero otros grises habrían sobrevivido, siendo encerrados en instalaciones secretas. Sin embargo la postura del gobierno norteamericano fue que cayó un globo espía —diseñado para detectar emisiones de pruebas nucleares soviéticas— y no una nave extraterrestre.
Posteriormente al incidente y en el contexto de la Guerra Fría, se empezó a hablar más de ovnis y abducciones, a lo cual se unió una desconfianza naciente hacia la transparencia del gobierno norteamericano con respecto al tema; ya que, los defensores de la hipótesis del ovni, afirmaron que USA había mantenido y mantenía en secreto los contactos del gobierno con extraterrestres.
El primer y más significativo caso de abducción
En 1961 un matrimonio estadounidense (Betty y Barney Hill) presentó la primera denuncia oficial de abducción, en su declaración afirmaron haber sido secuestrados por unos hombrecillos grises. El encuentro se convirtió en el máximo exponente de los casos de abducción y, por sus repercusiones mediáticas y ciertas características, constituyó un elemento importante en el incremento de la fiebre popular en torno a las abducciones.
El caso tuvo lugar en New Hampshire, un 19 de septiembre de 1961. Muy resumidamente, Betty y Barney viajaban de noche cuando de pronto vieron una luz blanca y resplandeciente que descendía, y entonces Barney se bajó y miró con sus binoculares, pudiendo divisar unas siluetas dentro de una nave. Aterrorizado al percibir que los extraños seres querían capturarlos, Barney regresóe al coche e intentó escapar, pero posteriormente escucharon un zumbido y Barney se detuvo en una pista forestal. Entonces, al bajar, vio una extraña barrera y gente en la carretera; pero, cuando esa “gente” se acercó, constató que no eran humanos: eran los grises, los mismos seres que anteriormente vio con los binoculares… En ese momento Betty y Barney perdieron la memoria.
Pasaron años varios en los que su experiencia fue puesta en tela de juicio, pero finalmente el prestigioso Dr. Benjamin Simon (psiquíatra y neurólogo experto en terapia hipnótica) aceptó tratarlos (ellos, además de superar el trauma, querían recuperar la memoria de lo sucedido) y, tras un largo periodo de escéptica indagación, concluyó lo siguiente: «Ni la señora ni el señor Hill son enfermos mentales. Ambos, tanto bajo hipnosis como conscientes, han dicho lo que realmente creen que ha ocurrido. Pero, ¿ha ocurrido? ¿Es cierto lo que cuentan? Imposible saberlo, aunque pienso que puede haber cierta base inicial de realidad». Así, las palabras de Simon dejan entrever que, si bien no se puede afirmar a ciencia cierta la realidad de la abducción sufrida por los Hill, ésta presenta la particularidad de que tampoco puede ser desmentida como sucedió con tantos otros casos posteriores.
Los reticulianos
A los grises también se les conoce como “reticulianos” porque, en una de las sesiones con el Dr. Benjamin Simon, Betty dibujó un mapa astronómico (supuestamente dado por el líder extraterrestre de la nave) que, según las exhaustivas investigaciones (probó con miles de puntos estelares, basándose en el catálogo estelar de Gliese) de la astrónoma aficionada (sin título) Marjorie Fish, solo podía presentar coincidencias con el sistema estelar binario de Zeta Reticuli, del cual supuestamente provendrían los grises.
Ahora bien, finalmente las interpretaciones de Fish fueron a parar a la popular revista Astronomy, y entonces se suscitó el debate entre los profesionales. Por ejemplo, por una parte Carl Sagan y Stephen Soter decían que el mapa interpretativo de Fish era prácticamente una “alineación al azar de puntos aleatorios”; pero, entre las opiniones del bando opuesto, destacaba la del Dr. David Saunders, ya que éste era estadístico de profesión y además tenía amplios conocimientos de Astronomía y había participado en estudios sobre ovnis. Así, desde una perspectiva matemática aplicada a la Astronomía, Saunders afirmaba que la alineación (tomando en cuenta los criterios bajo los cuales se efectúo) de Fish era estadísticamente improbable de ser un producto del azar o la casualidad.
De ese modo el debate persistió por mucho tiempo, con argumentos de uno y otro bando; aunque, en 1993, los investigadores alemanes Joachim Koch y Hans Jurgen, propusieron la innovadora teoría de que el mapa no mostraba un sistema estelar distinto sino nuestro propio sistema solar, tal y como se desprendía de las alineaciones que hicieron, tomando en cuenta a varios asteroides que, a la fecha del incidente, circulaban en el sistema solar.
Las experiencias de la gente con los grises
No hay registros oficiales de encuentros con extraterrestres o abducciones; pero, el Centro Nacional de Información de Objetos Volantes No Identificados, dice que Washington mantiene un registro no oficial en cuyas estadísticas se observa que a principios del siglo XX el número de avistamientos reportados era de unos pocos al año, mientras que a mediados de siglo fue de decenas y, a principios del presente siglo XXI, de miles…
Las terapias de hipnosis y regresión han ratificado que, las miles de experiencias reportadas de encuentros con extraterrestres, presentan demasiados patrones en común como para desechar la existencia de algo real detrás de las mismas. En general, primero aparece “como salida de la nada” una luz grande (azul, ámbar, blanca, etc), luego la luz desciende y las criaturas rodean a la persona, poniéndola en una especie de incómodo estado comatoso.
A veces los testigos describen comunicación telepática y algunos han dicho ser llevados al espacio en las naves. Las naves están llenas de luz, y hay quienes viven la abducción como un momento “poético”, “irreal” e incluso “paradisíaco”. Aunque muchos otros cuentan que sufren exámenes médicos extremadamente dolorosos.
El hipnotizador Derrell Sims estuvo estudiando el fenómeno de las abducciones durante treinta años, a través de terapias hipnóticas que intentan recuperar los recuerdos de las víctimas. Un caso impactante fue el de la paciente Donna Lee, quien lidera la Houston UFO Network y, entre sus varias interacciones con los grises, cuanta que estaba embarazada de ocho semanas y un día, sin signos de sangrado o indicios similares, se despierta sin el feto… Naturalmente aquello nos conduce a pensar en los supuestos programas de hibridación, lo cual constata Donna Lee cuando relata una de sus experiencias dentro de una habitación iluminada: “Metieron a una joven en la habitación y la dejaron conmigo. Era un híbrido, lo que nosotros consideraríamos un híbrido, aunque se parecía mucho a mí. Tenía el pelo en muy mal estado, pero se parecía a mí. Tenía casi la misma edad que habría tenido mi hija en ese momento. Se sentó allí. Cuando me dejaron con ella y me miró, me di cuenta de que la conocía. Fue muy triste, me sobrevino una enorme tristeza, y seguí recordando aquella sensación durante mucho tiempo”.
Lo que piensan los escépticos
En general, los escépticos pregonan la hipótesis de que la gente mimetiza y repite historias que se han contado por años, y que esa sugestión suele plasmarse en complejos episodios alucinatorios, dentro de los cuales la alucinación no es sólo visual sino también auditiva e incluso táctil y olfativa, por lo que parece tan real para el sujeto que, en las pruebas para detectar si se está mintiendo, como el polígrafo, éste parece decir la verdad puesto que está firmemente convencido del carácter real de su experiencia.
Los escépticos afirman que, bajo hipnosis, los sujetos son más sugestionables. Dice al respecto el profesor (de Harvard) Richard J. McNally: ‹‹Bajo hipnosis la gente genera imágenes, suele confundirlas con recuerdos de cosas que han ocurrido […] Cuando recuperan esos “recuerdos” con las sesiones de regresión hipnótica, tienden a considerarlos ciertos››
En esta línea, un equipo de psicólogos de Harvard realizó en el 2003 un experimento en el cual, a través de diversos sistemas de control (electrodos, aparatos para medir el ritmo cardíaco, los niveles de sudoración, etc), se monitoreaba a sujetos que decían haber sido abducidos, comparándose después los síntomas que estos presentaban cuando en estado de hipnosis se les hacía oír grabaciones sobre sus experiencias, con los síntomas que siempre se ha observado en los sujetos que, en estado de hipnosis, recuperaban recuerdos traumáticos (de abuso sexual, de violencia física, etc) que efectivamente sucedieron. Al ver los resultados del experimento, los psicólogos concluyeron que, quienes decían ser víctimas de abducción, en general no mentían y además presentaban una elevada tendencia a un rasgo de personalidad conocido como “ensimismamiento”, el cual comporta una gran capacidad para generar imágenes vívidas y, por ello, hace que el sujeto, al leer una novela o ver una película, pueda “vivirla en su imaginación” con más intensidad y realismo que quien carece de aquel rasgo. A causa de lo anterior, en última instancia los investigadores concluyeron que las abducciones eran alucinaciones hipnopómpicas que, en virtud de una elevada capacidad de ensimismamiento, se producían dentro de episodios de parálisis del sueño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario